En el año 1767 comenzó la construcción del Puente de Cal y Canto en Santiago. Se necesitaba mucha mano de obra, que consistía en pegar las piedras con cal. Muchos santiaguinos pasaron como dato el hecho de ir a "la pega" de las piedras a sus conocidos y de allí comenzó la tradición de llamar como «pega» al trabajo. Como dato anecdótico se necesitaría más de 500.000 huevos para mezclarlos con el cal, solo se ocupaba la clara… ¿y la yema? Alguna mayonesa se podría haber hecho. Un recuerdo para el ejército de gallinas que trabajó arduamente para entregar la materia prima. Claro, con Bekron AC hubiese sido más fácil.
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